Me rompiste el corazón y me mentiste, dije que te perdonaba, pero la verdad es que no te perdono, me perdono a mi. No entiendo cómo pudiste decir que me amabas, y aún así dejarme ir tan fácil y cambiarme tan pronto, nunca lo voy a entender y tampoco quiero hacerlo. Pero está bien, te agradezco y gracias a que ya no estás, me he sentido mejor y he trabajado mucho en mi misma, tal vez deberías hacer lo mismo en vez de ir por la vida sustituyendo a la gente, espero que algún día comprendas que eso sólo te va a romper más. Te quiero, pero me quiero más a mi.
Te quiero, pero te dejo ir.
Espero que cumplas todos tus sueños, sé que los lograrás, pero espero más que nada en el mundo que trabajes en ti para que no vuelvas a hacer sentir a nadie como me hiciste sentir a mi.
A veces te extraño mucho y quisiera que volvieras, pero sé que nada nunca va a ser igual, y prefiero estar sola a volverte a pedir cómo quererme con lágrimas en los ojos.
Cuídate mucho y sigue siendo un chingón en lo que haces, mi changoleón.

– Mono clinidrero/ ratón miguelito